A menudo asistimos a grandes ferias internacionales de iluminación y descubrimos que, independientemente de si son empresas grandes o pequeñas, sus productos son similares en forma y función. Entonces, empezamos a pensar en cómo podemos diferenciarnos de la competencia para captar clientes.
Quien pueda aprovechar al máximo el producto como plataforma, expresándolo correcta y plenamente, además de su rendimiento, podrá ganar la competencia. En resumen, nuestra estrategia competitiva debe ser: depender del producto, ganar además del producto. Los factores de seguridad y fiabilidad, estabilidad en la cooperación, continuidad de la innovación, etc., son relevantes desde una perspectiva objetiva. A cada empleado, debemos transmitir la mejor versión del producto. Debemos permitir que los clientes interpreten nuestras intenciones, ideas, actitudes y dinamismo empresarial a través de nuestros productos.
Debemos asegurarnos de la integridad, seguridad, sinceridad, precisión y actitud innovadora en cada paso. Nuestros clientes no solo necesitan los productos de E-Lite, sino que también confían y valoran a nuestro equipo. Ofrecemos a los clientes, más allá del producto en sí, una actitud justa, meticulosa y respetuosa. Esto requiere que cada uno de nuestros empleados sepa amar sus elecciones profesionales, amar la empresa, amar el trabajo, amar a sus compañeros, amar los productos, y que estos valores se apliquen al trabajo con seriedad, rigor, profesionalismo y cooperación, y que también les inculque coraje y determinación para superar las dificultades, los problemas y los desafíos. Si logramos estos objetivos, seremos un equipo feliz, exitoso y respetado por los clientes y la sociedad.

Hora de publicación: 03-jun-2019